Djidjack

Dependiendo del viaje y del lugar, por lo menos cuando viajo, hay cosas que priorizo mas que otras. En el caso de este hotel, debo reconocer que lo que en otras circunstancias me podría haber parecido pesimo me ha resultado incluso atractivo. El hotel esta situado en una zona de acceso complicado. Había habido una tormenta y los postes de luz permanecían caidos sobre la carretera en consecuencia el hotel solo disponía de la luz de un generador. El hotel se compone de casetas africanas enmarcadas dentro de un gran jardin. Toda la zona tiene un encanto extraordinario. Hay un acceso directo a una playa inmensa donde pasamos la mañana entera bañandonos. Las casetas están perfectamente aisladas de cualquier peligro de insectos (accesos con mosquiteras, cama también). Camas limpias, ventiladores... dormimos muy bien. Cenamos en el sitio una ensalada de berenjenas y un pescado a la plancha con guarnición realmente deliciosos. De postre mousse de chocolate. Una mesa con velas muy bonita y un entorno acogedor. Los propietarios gente muy amable, conversación enriquecedora y muy amena. Una tremenda colección de comics en la sala de estar. Hay que ser consciente de donde se esta y de las limitaciones que ello supone, una vez se ha ponderado esto se disfruta muchicimo la estancia. Desayuno con mermeladas caseras, buen pan. Fuimos al final de la estación de lo que llamán "hivernage", cielos cubiertos, calor y mucha humedad pero realmente disfrutamos de la estancia. Nos dejaron la habitación hasta que terminamos de disfrutar de la playa.