Name: Aquafalls Spa Hotel Rural
Address: Avenida de São Miguel 1677, 4850 Vieira do Minho, Portugal, Vieira do Minho, Vieira do Minho, Vieira do Minho, 4850-503, Portugal
Rating: 8

Recepción las 24 horas

Ascensor

Cambio de divisas

Periódicos

Jardín

General

Habitaciones para no fumadores

Artículos de aseo personal

Habitaciones

Consigna de equipajes

Servicio de despertador

Servicios e instalaciones

Restaurante

Comidas

Aparcamiento

Sala de conferencias

Negocios

Ubicación

En el resort

Aquafalls Spa Hotel Rural

Vieira do Minho

Dragao Stadium

Bessa Stadium

University of Porto

Church of Sao Francisco

Dom Luis I Bridge

Crystal Palace Gardens

Clerigos Church

Porto Cathedral

Serralves Museum of Contemporary Art

Museum of Port Wine

Center for Portuguese Photography

Casa da Musica

Cockburn Smithes Cellars

Ramos Pinto Cellars

Real Companhia Velha Cellars

Rozes Cellars

Sandeman Cellars

Taylor Fladgate Cellars

Barros Almeida Cellars

Estadio D. Alfonso Henriques

Guimaraes Castle

Paco dos Duques de Braganca

Igreja de Nossa Senhora da Oliveira

Largo da Oliveira

Santa Marinha da Costa

Braga Cathedral

Palacio dos Biscainhos

Archbishop's Palace

Santa Barbara Garden

D. Diogo de Sousa Museum

Theatro Circo

Pius XII Museum

Bom Jesus do Monte

Praca da Republica

Monte de Santa Luzia Basilica

Castelo de Santiago da Barra

Cabedelo Beach

Porto International Fair

Leixoes Sea Port

Leca da Palmeira Beach

Matosinhos Beach

Stock Exchange Palace

Bom Sucesso Market

Municipal Lavandeira Park

Mosteiro da Serra do Pilar

Passeio Alegre garden

Mercado do Bolhao

Amorosa Beach

Museu Municipal de Viana do Castelo

Moledo beach

Afife beach

Elevador de Santa Luzia

Castro de Sao Lourenço

Gil Eannes

Parque Da Ponte

Largo do Toural

Porto City Park

SEA LIFE Porto

Fort of Sao Francisco do Queijo

Landfill beach

Jardim Basilio Teles

Porto Airport

Vila Real Airport

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annex

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1-bedroom

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smoking

sauna

duplex

safe

mini-bar

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pets-allowed

wi-fi

kitchen

Hago una valoración calidad/precio con una experiencia de más de 80 noches de hoteles de 4 y 5 estrellas  al año y unas 20 noches al año de hoteles rurales o modestos desde 1 a 3 estrellas. 
De aquafalls destacó muy positivamente: 
- concepto de turismo de relax. Por lugar, entorno y orientación. 
- trato general del personal, destacando amabilidad y sencillez. Un 10 a los chicos allí presentes. 
- suite Junior amplia, caliente y con instalaciones cómodas 
Como negativo, teniendo en cuenta el precio medio-alto para temporada baja:
- cierran las piscina interior y nos lo notifican dos dias antes del día de entrada. No cambio la reserva ( no tenía mucho tiempo para seleccionar nuevamente otro alojamiento similar ) pero me sorprende que no hayan tenido algún detalle que lo compensara. En estos alojamientos los servicios son uno de los motivos más importantes por los que los seleccionamos. 
- cena: varios detalles no me gustaron; vinos de la carta que no había, el bacalao se sirve semi frío, no pedimos aperitivo pero nos emplataron individualmente uno para cada comensal que posteriormente cobran al precio de la carta, comedor frío de temperatura. No repetiría 
- wifi: fallos constantes lo que provoca a los españoles el uso de datos y costes inesperados. A pesar de avisarles constantemente no han tenido ni un detalle. 
- desayuno en la habitación: copioso pero café y leche servidos en porcelana por lo que siempre desayunábamos frío.  Sugiero lleven las bebidas calientes en termo. 
- mini bar y cafe de habitación. No reponen lo consumido de un día para otro. 
- limpieza: aunque no lo valoro negativamente, debería cuidarse más la limpieza de zonas menos visibles, juntas baño, cristales horribles, humedades de la habitación muy muy visibles y aparentes. 

A pesar de mi crítica dura en cosas muy fácilmente mejorables, la estancia ha sido positiva pero calidad/precio no repetiría. No ha cumplido las expectativas pagadas. 



Faltan detalles 

Pasando unos días en el Parque de Gerés, decidimos probar el restaurante de este hotel, aunque no nos alojamos en el mismo. Y tenemos que concluir, tras la experiencia, que ha sido uno de los lugares más decepcionantes en que hemos estado. Incluso salimos de allí con la idea de que habíamos sido objeto de un timo. Veamos por qué.
Llegamos al hotel sobre las 13.40h y no había nadie, ni en la recepción ni en el restaurante. Tuvimos que esperar muchos minutos hasta que apareció la recepcionista, que nos dijo que avisaría a alguien para que atendiese en el restaurante. Debieron pasar, aún, otros diez minutos para que apareciese la camarera, a la que pareció que no le hizo mucha gracia que solicitásemos comer en la terraza. Hay que decir que las vistas desde dicha terraza son magníficas, lo mejor, sin duda. Pero a partir de ahí, todo empezó a ir mal. El servicio fue muy, muy lento. Entre plato y plato llegaron a transcurrir 40 minutos, cosa que no entendemos, pues cuando llegamos no había nadie en el restaurante, aunque durante nuestra comida se ocuparon dos mesas más (una con una persona y otra con dos). Es decir, un número de clientes escaso, por lo que resultaba incomprensible la tardanza para servir los platos.  
Antes de servirnos, como es norma en Portugal, nos pusieron una entrada, en este caso de quesos tipo francés, camembert y emmental (algo inaudito, pensando en los buenos quesos de Portugal), y sirvieron en unos platitos diminutos un poquito de aceite de oliva con el objetivo de que pudiésemos untar un poco de pan en ellos. 
Pedimos bolinhos de bacalhau, rosbife y supremos de pescada con gambas; para beber dos copas de vino blanco de Alentejo. Cuando llegó el primer plato el vino ya estaba caliente. Los bolinhos estaban refritos, insípidos y aceitosos. Los segundos, tras una larguísima espera, fueron aún peor: el pescado era congelado y la salsa con que lo vestían no sabía a nada; el rosbife, frío. 
Pero la sorpresa vino cuando nos presentaron la cuenta. Esta subía a 78,50€ (no tomamos ni postre ni cafés) y al analizarla vimos que nos cobraban tres entradas a 3,5€ por entrada. Le dijimos a la camarera que debía haber un error, pues nosotros éramos dos y las entradas debían ser el mismo número. Nos respondió que no, que las entradas eran tres: los trocitos de quesos y los dos platitos con un poquito de aceite. Es decir, por cada cucharadita de aceite que vertieron sobre los platitos (no más que un par de cucharadas de postre en cada platito) nos cobraron 3,5€. Es decir, 7€ por cuatro cucharaditas en total de un aceite de oliva del Alentejo, que aun siendo bueno, resulta que es el mismo que nosotros acostumbramos a comprar en los supermercado portugueses de la cadena Pingo Doçe a 4,5€ la botella de medio litro.
Como conclusión: nefasta comida, mal y lento servicio y un timo (que aunque sea por poco dinero, no deja de ser un timo) con el tema de las entradas de aceite. Nunca más volveremos.

Un experiencia pésima

Llevamos llendo a este hotel 4 años y el verano pasado 2012 decidimos no volver. El motivo?Loscambios realizados desde hace dos veranos. El cambio de dirección del hotel género q el dueño del mismo se instalase con su familia y decidiesen utilizar las instala iones como su propia casa. Es muy desagradable ver como a la hora de la comida son servidos x los camareros como unos huéspedes más. La piscina remanso de tranquilidad en el pasado, se convirtió en una especie de charca de hotel de Benidor al incorporar un barra de bar para snacks q nadie pide con la consiguiente incorporación del hilo musical con unos bailes del tamaño años 90 en un espacio de 30 m2 con lo q hace q detrás de la amaca te toque uno de ellos. Si pides q bajen el volumen es inútil puesto q la propuesta pasa antes x varios organismos y para,cuando lo hacen ya te has ido harto de tanto jaleo. 
Los fines de semana llegamos a la conclusión de q hacen ofertas para parejas q solo quieren usar la cama debido al aspecto de dichos elementos. 
La cocina maravillosa el primer y segundo año sufrió un cambio penoso el tercero contratando a un cocinero estrella de Portugal y q como todos los cocineros estrellas era un estafador. Teniendo en cuenta q además no es portugués. Por favor pueblo portugués q no les engañen con la cocina de fusión. Si algo tienen ustedes estupendo aparte del clima, el paisaje, la amabilidad de sus gentes y el idioma, es la cocina. 
El spa fantástico también al principio sufrió un cambio esté año. Eliminaron un montón de tratamientos, se deshicieron de todas las esteticistas tan profesionales q tenian y están en un proceso,de cambiar los productos de la marca Sisley.  
Para finalizar diré q el colmo llego cuando me anularon un tratamiento diciendo q tenían un curso y me encuentro q es mentira y q a mi hija de 4 años en ese momento, no la dejan bañarse el la piscina interior porque molesta a los huéspedes. Otra mentira teniendo en cuenta q estábamos solos en ese momento y ella ya se bañaba allí desde que tenía un año y nunca molestó. 
En ningún momento de nuestra estancia la directora del hotel tuvo la deferencia de referirse a nosotros. Unos huéspedes tan antiguos y que empezaban a estar descontentos. 
Lo único,q se salva son las vistas y el personal. Camareras y recepcionistas.

La historia de un cambio

Recien llegada de este original hotel compuesto de bungalows repartidos por un precioso parque con unas vistas sobre el Duero sensacionales.  Las habitaciones eran preciosas, muy cómodas y con una pequeña terracita privada muy acogedora. El personal del hotel muy amable, como siempre en Portugal. El único defecto que le encontré al hotel es que el servicio de restauración es muy lento. Casi no pudimos disfrutar de la piscina la tarde del sábado por lo mucho que tardaron en servirnos unas ensaladas y unos sandwich, eso si con toda la amabilidad del mundo y en una terraza preciosa.

Entorno maravilloso

El sitio es precioso y el hotel está muy bien para quien busque unos días de descanso y relax en un entorno tranquilo, siempre y cuando como a nosotros no te toque de vecino un niño llorón, se pasó los cinco días berreando, a las 7 de la mañana, en el desayuno, en la comida, en la cena.....con lo cual el descanso y relax brillan por su ausencia, no quiero ser insensible, yo tengo dos hijos y sé perfectamente a dónde se puede viajar con niños y dónde no. Es por eso que me pareció carísimo. y un gran defecto que tiene, es que al estar en la ladera de una montaña con las cabañas repartidas por la propiedad, cada vez que ibas a la habitación parecía una escalada, el desnivel es tremendo y para gente mayor es imposible. Y prometían WIFI que no existe.

Aquafalls Spa Hotel Rural

Los servicios principales del hotel

Ubicación

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Ubicación

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