Riad Ajmal

Cuando te alojas en un hotel y te llevas un amigo, esto es lo que sucede en el Riad Ajmal, un trato que te hace sentir como en casa. Norddin está para lo que necesites desde la mañana a la noche, siempre con una sonrisa en su cara y haciendo que se dibuje otra en la tuya. No pudimos elegir mejor sitio. Pasamos 4 días estupendos en este Riad, con una habitación amplia con su sofá, su cama de dos por dos, un largo pasillo con estantes y un baño con ducha todo muy limpio. Sin TV pues casi todos carecen de ella. La decoración es muy marroquí, sin lujos, pero encantadora. La terraza una gozada para disfrutar del fresco de la noche y las estrellas. El desayuno muy rico, sobre todo el té con menta que prepara Norddin, y he probado muchos allí y muy ricos todos. Al principio la calle donde está te parecerá un laberinto, pasa con todas en la Medina, pero al segundo día, con fijarte un poco, ya te sabes el camino de memoria. Está situada a 15 minutos de la plaza El-Fna y otros 10-15 del zoco. Además si te apetece un tattoo de Henna, o aprender a hacerlos, o incluso aprender a escribir en árabe pues que sepas que estarás al lado de "Henna Cafe" (tattoo sin peligros, 100% natural y cuyo precio barato se dona a una asociación cultural ^_^). En resumen, una estancia de 10, que se nos hizo muy corta!! Así que en cuanto sea posible volveremos a junto Norddin y a seguir conociendo la maravillosa ciudad de Marrakech y sus alrededores. Tanemirt andakulinu. Karra kara.