Dar Lala Wafae

Riad sin grandes lujos y con decoración tradicional muy cercano a la Puerta Azul. Limpieza y tamaño de la habitación correcto, suficiente para dormir y asearse. La terraza sencilla pero cómoda, apetecible en la noche por ser tranquila. Los desayunos espectaculares, en gran cantidad y de gran calidad. Todo delicioso y preparado con cariño. El punto fuerte? La gente que te atiende, sin duda. Cercanos, agradables, atentos, de gran corazón. Te tratan como si te conocieran de siempre, te ayudan en lo que necesitas... Más que "dueños de", son grandes anfitriones, amigos, familia! Cuando uno se va de un hotel con lágrimas en los ojos, sabe que ha elegido bien y que sólo ahí debía alojarse. Sabemos que si volvemos a Fez, esa volverá a ser nuestra casa.