Rigoletto

Me hospedé con mi pareja solo una noche, pero nos quedamos impresionados, por fuera era un bloque de pisos corriente, y llamamos al timbre unas cuantas veces, que creímos entender que remarcaba a un numero de teléfono, pero nadie nos contestaba, así que fuimos a desayunar y luego volvimos a intentar. Estaba nos atendió una mujer muy encantadora, siempre con disposición en ayudarnos y entendernos. Nos ofreció dejar la maleta mientras íbamos a visitar la ciudad ya que hasta las 2 no estaba lista la habitación. La zona común tiene cámaras y nos pareció correcto. Cuando a la tarde llegamos, mi sorpresa fue mayor aun una habitación súper limpia cuidada y confortable. Nos toco la que tiene en el cabecero una rosa amarilla/beis/dorada. Tal cual, preciosa, con una cama y unas almohadas estupendas y un baño amplio limpio y muy bonito y moderno. Me sentía muy a gusto en la habitación. El desayuno estaba correcto. Nada destacable. Pero suficiente. Volvería sin dudarlo ni por un segundo.