Name: Camping Michelangelo
Address: Viale Michelangiolo, 80, 50125 Firenze, Italy, Florencia, Florencia, Florencia, 50125, Italia
Rating: 5

Ubicación

Camping Michelangelo

Florencia

Pitti Palace

Palazzo Vecchio

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Cathedral of Santa Maria del Fiore

San Miniato al Monte

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Piazza del Duomo

Piazza della Repubblica

Piazza della Signoria

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Battistero di San Giovanni

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Palazzo Datini

Palazzo Pretorio

Santa Maria delle Carceri

Pecci Contemporary Art Museum

Giardino Scotto

Museum of Mural Painting

Museo del Tessuto

Firenze-Peretola Airport

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kitchen

Aunque la situación es privilegiada las condiciones dejan a bastante que desear necesita una reforma urgente.Si vas a estar un par de días si te merece la pena porque vas caminando al centro de Florencia en minutos y la vista próxima es un auténtico lujo.

Buena situación mal estado

Nos decantamos por este camping sobretodo por el precio y por la cercanía a Florencia, en unos 10-15 minutos andando llegabas. Como se encuentra en lo alto de una colina tiene unas vistas muy bonitas y perfectas para ver el atardecer. La llegada al camping se puede hacer en autobus, pero nosotras lo hicimos a pie y aunque hay que subir muchas escaleras y llegas arriba cansada, se hace soportable. Las habitaciones son como las de las imagenes, son tiendas de tela. Por el día hace mucho calor dentro, por lo menos cuando estuvimos nosotras en julio, pero por la noche refresca. Nosotras tuvimos que ir al día siguiente a pedir una manta a recepción porque habíamos pasado muy mala noche, nos dieron la manta y las demás noches dormimos de un tirón. Lo que no me gustó nada de la tienda es que no tenía enchufes, en otros campings hay uno o dos enchufes dentro de la tienda, en cambio en esta no. Para poder cargar los móviles, cámaras y demás cacharros tecnológicos teníamos que ir a los aseos o a unas mesas de camping que tenían enchufes, nosotras nunca pudimos sentarnos para cargar nada porque siempre estaban llenas. Los baños están bastante lejos de las tiendas, lo malo de esto es que si te querías duchar por la noche el camino hasta las duchas no estaba iluminado y si te ponías el pijama tenías que caminar un poco hasta volver a tu tienda. Pero eso no es del todo malo, lo peor era que estaban asquerosas, por lo menos cuando estuvimos el suelo estaba super sucio, las puertas de las duchas no tenían pestillo, el agua salía fría y no con mucha presión. Y por si fuera poco el aspecto de las duchas el de los lavabos no se quedaba atrás, algunos se embozaban. Después de la odisea que era ducharse allí sin tocar el suelo ni las paredes volvías a tu tienda y podías acostarte, lo malo de las tiendas es que están puestas sobre una ladera y por lo menos en nuestro caso daba la sensación cuando te tumbabas en la cama  de que estabas un poco inclinada. Allí hay un bar que abre por las noches (al mediodía no) y no está nada mal, los precios son bastante asequibles y sobretodo lo que hacen son pizzas. En el camping no hay tienda lo más parecido son unas máquinas expendedoras, por eso lo mejor es o comprar el desayuno el día antes o desayunar una vez estás en Florencia y lo mismo con la comida. No es el mejor camping del mundo ni nada por el estilo, en mi opinión lo peor fueron las duchas. No es la mejor opción, pero con un presupuesto bajo es lo que hay, que cada uno valore si le merece la pena. De todos los campings en los que hemos estado fue el peor, pero sobrevivimos. 
Si tuviésemos que volver a Florencia seguro que repetíriamos por la cercanía a la ciudad y el precio, a pesar de la suciedad de las duchas, con unas chanclas se puede sobrevivir.

Aceptable relación calidad-precio

Ofrece todo lo que se espera de el típico camping. Muy buenas vistas pero llegar hasta él puede ser duro por la cuesta que hay que subir (se pueden coger varios autobuses desde el centro hasta el camping).

Normal 

El camping se encuentra en un sitio con vistas muy bonitas y al llegar esto fue lo que nos impresionó. Pero luego empezaron a llegar los problemas.

Las vistas son bonitas, sí, pero el problema es que, aunque se encuentre bastante cerca del centro de la ciudad, hay que subir muchísimas escaleras antes que llegar y bajo el sol eso es mortal. Hay la opción de coger el autobus, pero da tantas vueltas que tardas más así que con las escaleras (eso ya sin contar con su habitual retraso). 

En cuanto a las habitaciones, son MUY poco lujosas. Las ''paredes'' son de tela y hay incluso agujeros en algunas de ellas, por los que obviamente entraban mosquitos y bichos varios. Las puertas eran muy dificiles de abrir, habia que hacer maniobras y malabares para conseguirlo y una vez abierta, no solo se deslizaba, sino que podias levantarla por debajo y colarte en la tienda. Hay una ventana con mosquitera, pero está abierta por fuera y las habitaciones estan rodeadas de árboles. Conclusión; no puedes cerrarlas y estas a la vista de todo el mundo dependiendo de cuanta vegetación rodee la tienda. Por la noche, cuando enciendes la luz desde dentro, las personas de fuera pueden ver perfectamente todo lo que pase/haya dentro de la tienda y se oye tambien perfectamente cualquier cosa que digan en las tiendas de alrededor. Además hace MUCHO calor dentro de las habitaciones durante el día. 

Los baños estan bastante lejos de las tiendas, cosa bastante chunga por la noche porque no habia iluminación hasta llegar a las ''escaleras'' y te podias tropezar con piedras. En cuanto los baños, están bastante asquerosos. Pero lo peor son las duchas. La mitad no funcionan o tienen el agua helada (peor experiencia; ducharse a las cinco y media de la mañana con agua helada) y no tienen ni pestillo. Además hay una especie de raja en las puertas por la cual puedes verlo todo. El suelo de las duchas también está bastante sucio y según mi amigo, en el de los chicos el agua llena de residuos subía y te ensuciaba los pies. Algunos grifos están rotos y pierden muchisima agua. La gente deja sus neceseres y su maquillaje y pelos por allí. Un desastre. 

Antes he dicho que me levanté a las cinco y media de la mañana. Bien, esto es porque no hay enchufes en las habitaciones y por lo tanto, los móviles hay que cargarlos por la noche (cuando sueles llegar de las visitas), cuando TODOS los del camping quieren cargarlo también. Hay muy pocos enchufes y en zonas poco prácticas y no hay ni casillas ni nada para dejarlos, por lo que tienes que quedarte allí controlandolos. De todos modos, levantarse a las cinco/seis de la mañana para cargar los móviles para despues andar durante todo el día es una opción fantástica (nótese el sarcasmo). 

Hay un bar/restaurante que está bastante bien, con personal muy amable y música buena y divertida (Por cierto, hay una especie de discoteca al aire libre al lado del camping y por lo tanto música alta hasta altas horas de la noche). Los precios son bastante asequibles, pero sobre todo hay pizzas. El problema es que abre de seis a once, por lo tanto, no hay ni desayuno ni comida que puedas comprar allí. Hay dos máquinas expendedoras y una de cafés a buen precio, la última averiada el día que nos fuimos. Tampoco había cocina ni frigorífico para cocinar o guardar tu propia comida. 

El último día nos permitieron dejar las maletas en consigna. Era un hueco asqueroso en el que había que bajar por unas escaleras. Cuando volvimos, estaba llenisimo de maletas y hubo casi que nadar y hundirse en ellas para volver a encontrar las nuestras. 

Por último, hay que decir que no había mucha seguridad, nadie controlaba realmente quien entraba y salía del camping. 

Al pagar hay una tasa extra (tasa turística creo) de la cual no te habían informado.

Honestamente, no es la mejor opción, pero si tienes un presupuesto ajustado, valora tu mismo si vale la pena. Fue el peor de los cuatro en los que estuvimos, pero seguimos vivos...

No es la mejor opción

Estuvimos en este camping una amiga mía y yo tres días durante el mes de julio en nuestra parada en Florencia durante el interrail, y la experiencia fue realmente terrorífica. 
Veníamos animadas porque habíamos estado previamente en el Camping Jolly de Venecia,  de la misma empresa (Camping Plus), y habíamos salido encantadas, pero en cuanto llegamos nos dimos cuenta de que esto era otra historia. 
La ubicación prácticamente inaccesible desde la estación de tren o el aeropuerto si no pillas un taxi o autobús, y para ir al centro hay que subir y bajar continuamente la escalinata del mirador de Michelangelo, que la primera vez te parece un paseo super bonito, pero cuando te toca hacerlo ocho veces o más en un día pues se le quita la gracia. Eso sí  hay que reconocer que las vista son preciosas, único punto a favor del camping. 
El trato que nos dieron al llegar fue pésimo, la chica que nos atendió en la recepción era muy antipática, se negó a hacer el check in 3 minutos antes de la hora que figura en el papel porque tocaba el cambio de turno, y nos tuvo esperando sentadas en un banco. Conclusión dos personas dentro del puesto de información haciendo nada y nosotras esperando bajo el rico lorenzo de Florencia. Luego encima nuestra tienda no estaba limpia y tardaron otros 15 minutos más en darnos la llave. Simplemente lamentable. 
Pero ojalá nunca nos hubiesen dado la llave. 
Según vas adentrándote más te invaden las ganas de salir corriendo:   as  tiendas no están nada equipadas (ni siquiera hay enchufes dentro y tienes que ir cargando tu móvil en los sitios más variopintos, cuando por ejemplo en el camping de Venecia sí había uno por tienda), en la página web dice que hay un supermercado en el camping, cosa que corroboran los carteles del mismo, pero en realidad es un local abandonado lleno de mugre y trastos rotos (lugar en el que por cierto parecen guardar también las mantas que luego te dan para que te tapes, muy higiénico todo, sí señor). 
Existe una especie de cafetería, pero en todo el tiempo que estuvimos no vimos a nadie atendiéndola, y un merendero infestado de roña, con las mesas llenas de costras de comida reseca, colillas y cagadas de pájaro. 
Pero la mejor parte de la película me la he reservado para el final. Los baños son indescriptibles, parecen los de una cárcel de hace 50 años, literalmente. Los suelos siempre mojados, el desagüe taponado por bolas de pelo del tamaño de un puño, residuos de procedencia desconocida en las paredes, arena, polvo y óxido en los lavabos... Cada vez que nos metíamos en esas duchas salíamos sintiéndonos más sucias y con miedo de haber pillado 114 enfermedades. Puede que suene exagerado, pero de verdad, estoy acostumbrada a muchas cosas, durante el interrail no estuvimos rodeadas de lujo y comodidades precisamente y hemos aprendido a amoldarnos a cualquier cosa, pero lo de este camping es demasiado asqueroso. 
Pagado un poquito más e id a un lugar decente, este sitio no merece la pena ni pisarlo.
Os dejo unas bonitas imágenes para que os hagáis una idea. 

Camping Michelangelo

Ubicación

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Conditions of accommodation

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