Orphee Hotel

Un hotel de playa de 3 estrellas, está situado en el pequeño municipio de Plat, a 12 km del centro de Dubrovnik y a 9 km del aeropuerto internacional. Cuenta con unas 82 habitaciones, recepción 24 horas y varias tiendas. Las habitaciones estaban en edificios de 3 pisos, sin ascensor. Rodeado de muchas vegetaciones y pegado al mar. Tras hacer el check-in en recepción nos fuimos a la habitación, que era pequeña, cual fue nuestra sorpresa una de las camas estaba desarmada. Tras las correspondientes quejas tardaron 30 minutos en arreglar la cama. Las camas eran duras, ningún tipo de decoración en las paredes, mosquitos aplastados y varias telas de arañas. Un mobiliario básico tipo Ikea, una mini TV plana y aire acondicionado. El baño pequeño con un secador de pelo y una bañera. Un balcón con unas vistas hacia el mar pero no se veía mucho por la vegetación. Intente varias veces conectarme wifi y no llegaba a la habitación ni otras zonas, solo había en la misma recepción. El restaurante algo pequeño pero siempre estaba lleno de turistas. Las comidas: el desayuno y la cena eran normales, estilo buffet. Las colas para las comidas fueron lentas, largas e interminables. Todo el personal del Hotel fueron profesionales pero ariscos. Posee una piscina grande al aire libre de agua de mar, bien conservada, así como tumbonas y sombrillas de pago. Nosotras nos fuimos a bañar a la playa, a esas pequeñas calas de guijarros. El entretenimiento nocturno en el hotel no es nada del otro mundo. El bar de la terraza sirve helados y aperitivos. Si quieres coger el autobús público, en la carretera principal para ir a cualquier parte, tendrás que caminar 15 a 20 minutos una buena pendiente. Estamos hablando de un enorme complejo turistico, fatal.